«La paz es un derecho de todos y la no-violencia es una responsabilidad compartida y permanente», enuncia el Presidente de la República Oriental del Uruguay, Dr. Tabaré Vazquez, en un comunicado oficial que declara públicamente su compromiso con estos valores de paz. A su vez, informa que la adhesión a la campaña de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia será canalizada a través del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay.
Con la adhesión de Tabaré, esta campaña internacional promovida por la organización humanista internacional Mundo Sin Guerras, ya suma cinco presidentes latinoamericanos que la respaldan y difunden oficalmente. Meses atrás Michelle Bachelet de Chile, Evo Morales de Bolivia, Rafael Correa de Ecuador y Cristina Fernández de Argentina ya informaron su compromiso público con esta iniciativa.
El comunicado de la presidencia, con fecha del 4 de junio último, está dirigido a Ana María Mahserdjian, representante de La Comunidad para el Desarrollo Humano de Uruguay, organización que impulsa la Marcha Mundial en ese país. Lo llamativo de la nota es que inicia dirigiendose a Mahserdjian como «estimada amiga», lo cual estrecha relación entre la organización y el gobierno que preside Tabaré Vázquez.
La campaña internacional apunta a la eliminación inmediata del arsenal nuclear, a la firma de tratados de no-agresión entre países, al fin de las guerras y el hambre y a la superación de todo tipo de violencia. Si bien son objetivos que encuentran fuertes resistencias de realizarse en el corto plazo, los organizadores argumentan que lo importante hoy es crear conciencia en la población, gobiernos y organizaciones sobre esta problemática.