Militantes y simpatizantes del Partido Humanista han realizado esta mañana un acto simbólico frente a la sede del Banco de España. Después de unos minutos pidiendo una «limosnita» a los ciudadanos de Madrid para ayudar a los bancos españoles a superar la crisis, representantes del PH encabezados por Nacho Martínez han hecho entrega de un paquete dirigido a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España. El paquete contenía un bocadillo de chorizo y se acompañó de una carta en la que los humanistas expresaban su confianza en que con este aporte «los señores banqueros no pasarán hambre». Además mostraban su confianza en que estos mismos banqueros sabrán hacer un «buen uso del bocadillo. Que coman cuanto necesiten; los ciudadanos podemos esperar y conformarnos con las migajas».
Posteriormente a la entrega, Nacho Martínez ha aprovechado para insistir en la necesidad de modificar las bases de un sistema económico que ya ha demostrado su incapacidad para resolver las necesidades del ser humano. El humanista ha expresado que «la crisis la están sufriendo los mismos de siempre: la gente corriente y los trabajadores. Nosotros entendemos esto como una forma de violencia».
Según los humanistas, esta violencia económica está llevando a la desesperación a millones de seres humanos en el Planeta, y Europa debería reflexionar sobre ello y tomar medidas solidarias y valientes. «Los europeos tendríamos que dar ejemplo y mostrar que hay otra forma de hacer economía. Una forma más justa, solidaria y humana». En este sentido, Nacho Martínez repasó algunas propuestas que forman parte del programa de su partido desde hace tiempo: «Creemos que debe existir una banca pública sin interés. Denunciamos este sistema bancario especulativo y usurero que ha crecido al amparo de los gobiernos y que, después de provocar una gravísima crisis, quiere que la resolvamos los que no somos culpables».
Junto con esta propuesta, Martínez expuso, además, que «aquellas compañías que, después de haber ganado millones de euros, ahora piden la ayuda del estado porque no pueden afrontar la crisis, deberían ser transformadas en empresas de propiedad participada de los trabajadores». Este tipo de empresa, que los humanistas llevan pidiendo desde hace años, propone la participación conjunta en la gestión y beneficios entre empresarios y trabajadores.