Una vez más, Montreal fue el anfitrión de la Cumbre del Milenio, que tuvo lugar en la ciudad el 15 de abril de 2009. Asistieron a esta tercera edición de la cumbre internacional participantes claves del área de apoyo y acción social en representación de los gobiernos, la sociedad civil y las principales organizaciones humanitarias del mundo.
Siete años antes del año objetivo de 2015, el informe de los objetivos de desarrollo del Milenio del año 2008 destaca algunos de los mayores éxitos. Sin embargo, los resultados de este año no han sido tan impresionantes ya que es probable que las metas del primer objetivo de la Cumbre: disminuir la pobreza extrema y el hambre en el mundo, no puedan lograrse a menos que los esfuerzos se intensifiquen enormemente. En la actualidad, más de 1400 millones de personas viven en extrema pobreza y 1000 millones no tienen acceso al agua potable.
En la Cumbre, representantes de las organizaciones más importantes organizaron reuniones centradas en la crisis alimentaria y el rol de la sociedad civil en el logro de los objetivos de desarrollo del milenio, con miras a compartir las prácticas y desarrollar soluciones concretas.
Pressenza se reunió con el Sr. Henk-Jan Brinkman, asesor principal de Asuntos Económicos, Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, con sede en Nueva York. Anteriormente, había sido el director de Análisis Económico y de Política y Mercados de Seguridad Alimentaria en la oficina del Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos en Roma, Italia.
Pressenza: En la exposición que realizó en el Foro de Expertos, *Crisis Alimentaria: Recursos y Soluciones*, usted habló sobre la crisis permanente de alimentos en el mundo y la necesidad de intensificar las medidas para solucionar la situación. ¿Podría hacer comentarios más detallados acerca de la urgencia de esta situación y explicar porqué los medios, los gobiernos y las personas de los países adinerados no hablan del tema?
Henk-Jan Brinkman: Esto se debe a que la crisis financiera mundial ha asumido el control de los medios. Y en cierta forma, ha empeorado aún más la situación ya que está generando un golpe doble para los pobres del mundo en general. La crisis alimenticia provocó un aumento en los precios de los alimentos y, como expliqué en el Foro, los precios todavía están altos, especialmente en comparación con el último año, y es por eso que a la gente pobre le resulta más difícil comprar alimentos. Actualmente con la crisis económica y financiera mundial, es probable que la gente pobre tenga un ingreso aún menor, que pierdan los trabajos o reciban aún menor cantidad de dinero por la mercadería que ellos venden. Los volúmenes de exportación vienen disminuyendo con gran rapidez; la Organización Mundial del Comercio está hablando del colapso del comercio mundial. Los pagos están disminuyendo velozmente; la gente de los países en vías de desarrollo que reciben dinero de sus familias que viven en EE. UU o en Europa, están recibiendo menos dinero en la actualidad. Este es un problema muy grave para los países, por ejemplo en América Central, que dependen de esos pagos para el 10%, 15% o incluso el 20% del Producto Bruto Interno. Es un factor significativo que ciertamente perpetuará la crisis alimenticia y que incluso puede agravarla para muchas personas en el mundo entero.
Pressenza: En el Foro, habló de la necesidad de alimentar ahora a las personas con hambre y que las necesidades financieras del Programa Mundial de Alimentos de la ONU es de 6 mil millones de dólares. ¿Está disponible este dinero?
Henk-Jan Brinkman: Tenemos esperanzas de conseguir muy pronto esos fondos. Nuestros fondos provienen en un 100% de contribuciones voluntarias. Por lo tanto, no tenemos cuotas de socios, ni tampoco otro tipo de contribuciones garantizadas ; necesitamos recaudar cada uno de los centavos. Y andamos muy escasos de lo que necesitamos. Hasta ahora, solamente hemos recaudado aproximadamente el 15% de esos 6 mil millones de dólares. Lo más importante ahora es que la gente tenga acceso a los alimentos porque si no obtienen los alimentos nutritivos apropiados durante este momento tan crítico, especialmente los niños, las mujeres embarazadas o las mujeres durante el amamantamiento, podrían sufrir consecuencias desfavorables durante el resto de sus vidas, en términos de salud, en términos de educación y también en términos de productividad.
Pressenza: También mencionó que las necesidades del Programa Mundial de Alimentos de la ONU para poder responder la situación actual involucran menos del 0,1% del dinero que se ha gastado en estímulos fiscales y paquetes de rescate financiero en el mundo desarrollado.
Henk-Jan Brinkman: Sí, es cierto. Menos del diez por ciento de los tres millones de millones que han gastado los países desarrollados en paquetes de estímulo fiscal y rescate de instituciones financieras. Así es que sí, verdaderamente es una cantidad muy pequeña de dinero y está disponible. Es por eso que hemos estado pidiendo un *“paquete humanitario”*, un paquete de estímulo fiscal humanitario, para poder enfocarnos verdaderamente en los seres humanos que más están sufriendo y que, de hecho, son los que menos tienen que ver con el origen de esta crisis. Pero que aún así, ahora están pagando las consecuencias. Es muy importante que no los perdamos de vista.
Pressenza: ¿Obtuvo una buena respuesta a su propuesta para un paquete de estímulo fiscal humanitario?
Henk-Jan Brinkman: No. Solamente pudimos obtener el 15% de los fondos que necesitamos para poder funcionar. Lamentablemente, hasta que los países adinerados no se den cuenta de que existe una urgente necesidad de proveer con alimentos a los miles de millones de personas que sufren de hambre, la consecuencia de todo esto será más muertes.
Pressenza: También habló de las causas de la crisis mundial de la actualidad: aumento de precios de los alimentos, cambio climático, etc. Pero no habló de las guerras y los conflictos que afectan la crisis alimenticia. ¿Podría hacer comentarios con respecto a este tema?
Henk-Jan Brinkman: Los conflictos y especialmente los conflictos violentos son un factor importante en el hambre en ciertas partes del mundo. Sin embargo, estos son casos reducidos y limitados. Por ejemplo, un caso muy claro es el de Darfur. La gente ha sido forzada a mudarse a campos de refugiados; y les resulta muy difícil trabajar la tierra y cultivar su propia comida. Por lo tanto, definitivamente vemos que hay un grupo significativo de personas en el mundo entero que tienen hambre a causa de los conflictos por violencia. Pero de todas maneras, es un grupo bastante pequeño de personas en una situación bastante limitada. Por ejemplo, hemos sido testigos del fin y las consecuencias de las guerras civiles en el oeste de África, en Liberia y en Sierra Leone, y allí están realmente tratando de unir las piezas y reconstruir. Pero aún así, tenemos todavía un serio problema de desnutrición y hambre. Estamos intentando reconstruir las propiedades y las infraestructuras que fueron destruidas con varios programas, como por ejemplo, Alimentos para el Mundo. De esa forma, nos aseguramos de que esos países tengan un futuro viable y de que puedan cultivar sus propios alimentos.
Pressenza: De acuerdo a los organizadores de la Marcha Mundial de la Paz y la No Violencia, podríamos terminar con el hambre mundial con el 10% de lo que se gasta en armamento.
Henk-Jan Brinkman: Probablemente sea cierto, y creo que la cifra es incluso menor del 10% porque los gastos en armamentos son enormes y en cierta forma este dinero podría erradicar la pobreza y el hambre. Por ejemplo, calculamos que necesitaríamos 3 mil millones de dólares para darles una comida a todos los niños en las escuelas. Eso es muy poco comparado con los desembolsos mundiales en armas o los paquetes de estímulo fiscal y los rescates financieros de instituciones financieras. De hecho, en el Foro sostuve que se debería incluir el Programa de Alimentos como parte del estímulo fiscal. Con frecuencia se ignora el Programa de Alimentos, pero en realidad podría brindar a un crecimiento económico real. La nutrición es tan inmensamente importante: si no comemos adecuadamente, no podemos trabajar, nuestra salud se ve afectada, estamos más susceptibles a desarrollar enfermedades, nuestra capacidad de aprendizaje también se ve afectada. Por eso es que el hambre y la desnutrición afectan de forma muy real el potencial de crecimiento de un país. Y es por eso que las necesidades de alimentación deben ser parte de un paquete de estímulo fiscal humanitario.
*Anne Farrell recibió un premio de la YMCA-Canadá por su contribución a la no violencia*