“La Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia es una oportunidad de entrelazar nuestras manos y pensar juntos en el ser humano. La inmortalidad es solamente para aquel que trabaja en pos del ser humano y por su felicidad, sin hacer discriminaciones. Que nadie piense que puede alcanzar la inmortalidad a través de su heroísmo militar”, destaca Hicham Hamdan, embajador de la República del Líbano en Argentina, en su adhesión a la iniciativa de la organización Mundo sin Guerras, organismo del Movimiento Humanista.
La marcha planetaria comenzará el 2 de octubre en Nueva Zelanda, recorrerá más de 90 países y finalizará el 2 de enero de 2010 en Punta de Vacas, un paraje de la cordillera de Los Andes. El objetivo principal, según sus organizadores, es el de crear conciencia sobre la necesidad del desarme nuclear y convencional, el fin de las guerras y la superación de todo tipo de violencia, donde el hambre y la pobreza son de las más urgentes. A la iniciativa ya se han sumado cientos de organizaciones y reconocidas personalidades, además de presidentes y gobiernos de distintos países.
A través de la organización Centro Árabe Humanista (CEH), también impulsora de la marcha mundial, el diplomático se comprometió a hacer llegar la propuesta al gobierno libanés. Además manifestó que contactará a los organizadores con grupos pacifistas, con periodistas y con diputados de su país, mientras que prometió llamar a cada uno de los embajadores de los distintos países árabes en Argentina para solicitarles que adhieran a la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia.
“El embajador nos solicitó que el Líbano, Siria, Jordania, Arabia Saudita, Egipto y Kuwait sean agregados al recorrido de la marcha mundial, propuesta que estamos considerando para su implementación”, informó Celia Latuf, coordinadora del Centro Árabe Humanista en Argentina, quien además comentó que “se difundirá la Marcha Mundial en todos los eventos de la colectividad árabe en Argentina, comenzando en el Centro Cultural Recolecta del 13 al 19 de abril, donde se realizará la Semana de la Cultura Árabe”. Para Latuf se abren muchas posibilidades a través del embajador libanés, ya que su iniciativa puede contribuir a la pacificación de Medio Oriente, zona de alto nivel de conflicto bélico y de posibilidades de un enfrentamiento nuclear, donde el antecedente más reciente para el Líbano es el de julio de 2006 cuando Beirut fue bombardeada por el ejército israelí.
Con fuerte tono de denuncia, pero con alto componente emotivo, el texto de la adhesión del embajador libanés destaca que la sociedad libanesa “ha vivido en la conciencia de la humanidad como un país de belleza, civilización y paz” y agrega que “en los últimos 25 años del siglo XX, se transformó en un escenario de batallas, conflictos y violencia”. Para Hicham Hamdan es incomprensible que sigan existiendo los conflictos bélicos: “todavía estamos trabajando para eliminar las consecuencias de la guerra, pero cuando veo guerras en otros países, no comprendo cómo la nueva generación acepta ir a la guerra y morir mientras sus padres y abuelos han luchado amargamente para que tengan una vida libre y para que vivan en paz”. Para finalizar destaca: “no puedo alegrarme aunque mi país fuera el paraíso mientras haya personas que se mueren en campos de refugiados o en barcos huyendo del hambre, la pobreza, el terror a la persecución o la guerra en su país”.